domingo, 14 de marzo de 2010

...

No dejaba de entregarse.
Y siempre perdía en el intento.
Tal vez por entregarse, precisamente.
Tal vez por no hacerlo lo suficiente.

1 comentario:

  1. A veces nos engañamos creando unas expectativas muy altas para algo o alguien que no lo merece.
    Nos pierden la ilusión y las ganas.
    No creo que el problema sea que te entregas mal, sino a quien le regalas tu entrega.
    No debemos tener prisa.
    Encontrarás quien te haga feliz, estoy seguro.
    TeNo entregaras, ni mucho ni poco... lo haras de la única forma que hay, sin reservas.

    ResponderEliminar