miércoles, 1 de septiembre de 2010

Continuará

Este blog cierra sus puertas temporalmente, hasta que su autora sea capaz de escribir algo que no dé lástima.

Gracias por leerme.
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...

No queda nadie en el mundo...

Nadie para mí. Leer más...

viernes, 20 de agosto de 2010

Besos soñados


Besos soñados. Sentidos.
Casi vividos.

Beso intenso que se desvanece al despertar.
Pero de algún modo, permanece.
No me quiere soltar.

Ya nunca podré ver tu sonrisa risueña
sin pensar en el sabor de tus labios.

Porque en mis sueños, los he besado. Leer más...

martes, 17 de agosto de 2010

Las putas también sueñan

Hoy estoy melancólica. Te diría tantas cosas... Pero sería absurdo; sería ridículo.
Tanto como sentirme melancólica por alguien que sólo fue una anécdota.
Y para quien sólo fui eso, si es que fui algo.

Pero no eres tú. No fuiste tú.
Fueron las promesas que nunca hiciste pero yo imaginé.
Fueron las manos que por un instante pensé que me sujetarían.
Fueron los sueños que nunca debí permitirme.

Y es que, a veces, las putas también sueñan. Leer más...

martes, 13 de julio de 2010

¿Esta vez sí?

Su imagen era borrosa. Aparecía y se desvanecía de nuevo. Ella sólo esperaba a que, por fin, se hiciera real, corpórea.

Y, mientras esperaba, sólo podía pensar... "¿Esta vez sí? ¿Saldrá bien, por una vez?"

Al fin y al cabo, empezaba a merecérselo... Leer más...

miércoles, 9 de junio de 2010

Ya no...

Tampoco eras tú. Y ya no puedo contar con los dedos cuántos van.
¿Por qué lo haces? Ya no quiero esperar.

Gritaré.
Hasta que vengas a callarme la boca.
Y si no lo haces, que me encierren.
Que me encierren por loca.

Ya no quiero llorar más. Leer más...

domingo, 2 de mayo de 2010

Estúpida

- ¡¡Estúpida, estúpida, estúpida!! Pero... ¿serás idiota? ¿Cómo pudiste caer otra vez en la trampa?

- Creí que él cuidaría de mí...

- Creíste, creíste... ¡Imbécil! ¿Acaso no sabes que siempre te equivocas?

La esclava seguía llorando.

- No llores, ¡maldita sea! ¡No lo merece!

- No es culpa suya. Fui yo quien se equivocó creyendo que era lo que yo esperaba.

- Eso es cierto. Siempre haces lo mismo. Eres una tonta ilusa. No entiendo cómo pudiste entregárselo.

- Ya te lo he dicho... creí que estaría en buenas manos.

- Pues ya ves lo que ha hecho con él. Espero que aprendas la lección y te lo pienses dos veces la próxima vez que quieras regalarlo.

Los llantos se hicieron más fuertes, inconsolables. Al final, acertó a murmurar:

- Ya es tarde... Yo se lo dí. Y ahora no sé cómo recuperarlo. Leer más...

viernes, 30 de abril de 2010

Dónde

Dime... ¿dónde te has metido?
Y cuéntame por qué...
¿por qué no estás aquí conmigo?

¿Acaso no sabes que te necesito?

Tal vez te hayas perdido.
Yo también lo hice y aún hoy
sigo sin encontrar mi camino.

Te busco y no te encuentro,
y tampoco te siento.

No esperes más, por favor,
que nada es eterno.
Y no quiero perderte antes de tiempo. Leer más...

sábado, 24 de abril de 2010

Si nunca...

Si nunca has creído volar,
es que no has sentido.

Si nunca has creído caer,
es que estás atado.

Si nunca has querido morir,
es que no has amado... Leer más...

Ilusiones


Rotas, rotas de nuevo. Cuántas veces más... ¿Cuántas? Cuántas... ¡maldita sea!

O mientes, o te escapas, o te mueres, o desapareces, o no puedes. O, sencillamente, no quieres.

¡Qué te den! Ya no te busco, ya no te necesito. Ya no te quiero...


A quién pretendo engañar...
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domingo, 14 de marzo de 2010

...

No dejaba de entregarse.
Y siempre perdía en el intento.
Tal vez por entregarse, precisamente.
Tal vez por no hacerlo lo suficiente. Leer más...

sábado, 27 de febrero de 2010

Veneno


Sentía el sabor del veneno deslizándose por su garganta. Amargo. Dañino. Sabía que la estaba matando poco a poco.

De sus letras ya no salían textos atrevidos, ni divertidos, ni provocadores. Ni palabras amables. Sólo ira. O tal vez tristeza. O tal vez, nada.

Las paredes la comprimían. No sólo ellas, su propio cuerpo. Su propio cuerpo la aprisionaba.

Se echó unas gotas más de veneno. Y siguió muriendo.

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martes, 5 de enero de 2010

Queridos Reyes Magos


Queridos Reyes Magos:

A buenas horas, lo sé. Pero a estas alturas ya debéis saber que yo siempre llego tarde.

Prometo no daros mucho trabajo. No quiero nada. O tal vez sí, no lo sé. Tal vez, al fin y al cabo, os dé más trabajo de la cuenta.


Traedme algo bonito, por favor. Pero no de una belleza frívola, como los adornos. Algo bonito, bonito.

Traedme algo vivo, pero que no se muera, que no se marchite. Que no se escape.

Traedme algo cálido, como aquellos enormes edredones que no se sabe dónde empiezan y dónde acaban. Uno en el que pueda perderme.

Traedme algo nuevo, desconocido, único.

Pero, por favor, no olvidéis traerme valor para desearlo y mucho corazón, para no dejar de hacerlo.

Besos,

a.

P.S.: Este año no he sido buena.
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viernes, 1 de enero de 2010

Puertas


-El alma no tiene puertas -dijo la niña-.

-¿Estás segura? -contestó la esclava, ya crecida-.

-Segurísima -asintió la pequeña, convencida-. El alma es libre, nada puede encerrarla.

-Salvo ella misma -respondió la esclava-.

La niña pareció dudar: - ¿Por qué habría de hacerlo?

- Por miedo.


- El alma no tiene miedo -la duda había desaparecido-. Nada puede dañarla. Es eterna.

- Tal vez lo sea. Pero sufre. Es vulnerable. A veces incluso resulta herida.

- ¿Herida?

- Sí. Las heridas del alma no pueden verse, pero pueden sentirse. Duelen, y a menudo dejan cicatrices.

- ¿Qué tiene que ver eso con las puertas?

- El alma construye sus propias puertas para protegerse. Así intenta evitar ser dañada, cerrándolas cuando resulta necesario.

- ¿Y lo consigue?

- ¿Evitar el daño? No. Eso es imposible. Cualquier cosa o persona que penetre en el alma acaba siempre provocando alguna herida.

- Bueno... ¡pues que deje las puertas siempre cerradas!

La esclava sonrío ante la inocencia de la niña.

- Podría hacerlo. Pero entonces no sentiría nada, ni dolor, ni alegría. Las puertas del alma son pesadas. Si se cierran, no es fácil abrirlas de nuevo. Y como tú dices, nada puede aprisionar al alma.

La niña no acababa de entenderlo. Pero aún tenía una pregunta.

- ¿Tú cómo tienes las puertas, a.?

La esclava suspiró.

- Apenas entreabiertas.
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jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad*


- Feliz navidad. -dijo ella mientras fijaba sus ojos azules en el vacío-.

- Feliz navidad. -respondió él, desde algún lugar que ella no pudo ubicar-.

- ¿Será este año?

- Tal vez. Quién sabe.

Ella suspiró. Miró a su alrededor. La habitación vacía, fría, triste, la oprimía.

Insistió: - ¿Será este año?

- Ten paciencia. Será algún día.

- O tal vez no.

Pero esta vez, él no respondió.


*Que la Navidad, seais de los que la disfrutan o de los que la sufren, os sirva para iniciar una nueva y mejor etapa.

FELICES FIESTAS A TODOS

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